Algas, Una Historia de Amor Insólita


No recuerdo cuando me enamoré de las algas. Recuerdo que siempre me encantaban. Las algas formaron una parte natural de mi infancia - inspirado en gran parte por mi abuela. Cuando ella tenía unos 50 años se lesionó la pierna y para curarla, se bañaba en el mar (todos los días) y envolvía con algas a sus articulaciones, un ritual que llevó a cabo durante el resto de su vida.


Debido a la pasión de mi abuela por el mar, llegué a entender y apreciar el poder de las algas para curar - y por qué las generaciones apreciaban tanto.


anteriores las


Las algas son muy antiguas - más de 300,000


millones de años. Los


antiguos griegos utilizaban algas. Plinio el Viejo describió el uso de las algas para el tratamiento de enfermedades de las articulaciones. Los victorianos las usaban para tratar infecciones de la


piel, esguinces, contusiones, así


como para la belleza y para mejorar la sexualidad. Durante la época victoriana, las casas de baño de algas crecieron en popularidad. Durante los fines de semana, los visitantes de Inglaterra descendían en la costa de Irlanda, donde utilizaban las algas marrones y agua del mar caliente para remojarse y en los baños de vapor. Las células


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muertas de la piel se desprendían, la circulación se mejoraba, y glándulas de próstata inflamadas parecían encogerse. No es sorprendente que el baño con algas marinas se convirtió en una obligación para los recién casados y las parejas que buscaban reanimar su libido. Ah, esos victorianos!


Aunque la cultura de las casas de baños con algas marinas se extinguió, los beneficios curativos de algas perseveraron. A lo largo de la costa de Bretaña, los pescadores contaban como, con el manejo diario del ‘kelp’ (cenizas de las algas marinas), sus manos se suavizaron.


Hoy en día, las algas son más convencional que la mayoría de la gente piensa. Una persona común consume algas (como un aditivo en los alimentos) hasta diez veces al día – se encuentran en los aderezos para ensaladas, los helados y hasta en la cerveza. Las algas tambien se utilizan como fertilizante, como un suplemento rico en calcio para fortalecer los huesos y en la pasta de dientes para blanquear los dientes.


Algas, con su propiedades hidratantes y humectantes,


son también muy


beneficiosas para nuestra piel. A menudo me preguntan cual de las algas


son las “mejores.” Para mí, eso es como pedirme elegir mi hijo


favorito. Así


que he reducido mis “mejores” a tres favoritos: Algae Undaria, Macrocystis y Gigartina.


Undaria Wakame)


(también conocido como evita la descomposición


del ácido hialurónico en el cuerpo, el cual es necesario para mantener la piel suave y firme. Gigartina, un color rojo muy sexy, y


estimulando


sorprendentemente la


regeneración Macrocystis


es muy hidratante potente, celular


y reforzando el sistema inmunológico del cuerpo.


tiene un


contenido muy alto de yodo, vitaminas y minerales, y es “la Indicada” para la curación de la piel dañada por el sol y para la prevención de las arrugas.


La adición de algas a su régimen de bienestar diario es fácil y divertido, ya que es un ingrediente muy táctil. Mi ritual de algas


diaria comienza


con un baño caliente, mezclado con trozos secos de Gigartina. Cuando las algas tocan el agua, inmediatamente incrementan en volumen, y durante 20 minutos me remojo. Entonces, como mi abuela hacía hace muchos años, envuelvo mis articulaciones con las algas y me baño en el mar de la vida.


Jenefer Palmer, OSEA www.oseamalibu.com


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